No siempre detrás del humo hay fuego. A veces, es culpa de los géiser: grietas de la corteza terrestre por las que escapa agua hirviendo del subsuelo (los canarios saben bien a lo que me refiero), provocando unas espectaculares columnas verticales de vapor de agua (como la de la imagen de arriba) que escapan hacia el cielo. Estos son los Géiser del Tatio, a unas dos horas en furgoneta de San Pedro de Atacama, una de las excursiones más populares de la zona.
Ubicadas a más de 4.500 metros de altura, en un paisaje cuasi marciano, provocan una sensación de irrealidad. Con tanta humareda, uno no no sabe si se encuentra en una manifestación con agentes anti-disturbios o en los antiguos Altos Hornos de Vizcaya. Una auténtica maravilla. Eso sí, una advertencia, por mucho que te guste bañarte en agua bien calentita, mejor no metas la mano.
(texto y fotos: Daniel Entrialgo).
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