El maestro Berlanga se ha ido. Pocos directores de cine me provocan mayor respeto. Autor de una obra mayúscula y de, al menos, cinco obras maestras (Bienvenido..., Plácido, El verdugo, La escopeta nacional y La vaquilla), siempre introducía en sus películas la palabra "austro-húngaro" como chiste privado. Agudas, inteligentes, repletas de ese humor negro hispánico tan cínico como hilarante... Nuestro Billy Wilder patrio. Un genio.
(retrato de Johann Sebastian Art)
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