sábado, 19 de junio de 2010
Johannesburgo huele a fútbol
Recién aterrizados en Johannesburgo, Suráfrica, un país que vive estos días con el balón entre ceja y ceja. Venimos con Barceló Viajes, quien ha tenido a bien invitar a Esquire y a otros amigos a estas latitudes australes para vivir ambiente mundialista y seguir a la selección (crucemos los dedos). Primera parada obligatoria: Soweto, acrónimo de South West Town Ship, un cuadrado de 25 km de lado en el que se concentra la población negra (antes del apartheid, los surafricanos de color no podían vivir en Johannesburgo ciudad). Aquí nació el movimiento de resistencia y aquí vivió su líder más universal, Nelson Mandela. Visitamos su Casa-Museo (ojalá me hubiera acordado de traer el Esquire que hicimos hace dos meses con su portada para haberlo dejado aquí de recuerdo) y, la verdad, es que emociona. Quedan huellas de balas en la pared de la entrada y en una balda descansa un cinturón de campeón de boxeo (en su juventud, Mandela practicó el pugilismo, algo que casi nadie conoce). A la salida, un grupo de Soweto (vídeo de abajo del todo) saluda al turista con un bailecito tribal.
Nos vamos a comer a un shebeen, uno de los muchos bares ilegales que pueblan este gigantesco barrio. A la entrada, un cartel inquietante (o todo lo contrario): "This is a gun-free zone". En realidad, Soweto no es tan peligroso como lo pintan. Sus habitantes están encantados de que les visiten. Uno sólo se encuentra sonrisas repletas de bientes muy blancos. Hospitalidad. Por supuesto, no conviene ir solo ni perderse, pero ni mucho menos es una ciudad sin ley. Cada día hay más restaurantes para turistas e incluso pequeños hotelitos, tipo B&B, repletos de encanto.
Hace mucho frío. Mucho. Dentro de poco más de 48 horas, España se la juega aquí contra Honduras. Que no nos quedemos helados (por Daniel Entrialgo).
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La señal de This is a gun free ...
ResponderEliminarme parece familiar, jajajaja
muy buena!...
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