miércoles, 3 de febrero de 2010

David Monteagudo y "Fin"


La primera novela de este (hasta ahora) desconocido autor está siendo una de las revelaciones de la temporada. Aquí os dejamos la crítica del libro que publicamos este mes en "Esquire":
El témino anglosajón "sleeper" ha pasado a designar en el mundo del cine a aquellas películas de bajo presupuesto y actores poco conocidos que, gracias al boca oreja, se convierten en éxitos de crítica y público. Transportado al mundo de la literatura, podemos afirmar que "Fin" (Acantilado), primera obra publicada de David Monteagudo, tiene absoluta vocación de sleeper. Una obra tan extraña y diferente como la biografía de su autor. Gallego de nacimiento, aunque afincado en Cataluña, Monteagudo trabaja como operario en una fábrica de cartones del Penedés. Ajeno a cualquier cenáculo literario, no empezó a escribir hasta los cuarenta años (ahora tiene 47) y, aunque asegura que tiene diversas novelas guardadas en un cajón, ésta es la primera vez que ve su obra publicada. Ha sido, además, Acantilado, editorial de prestigio, quien ha confiado en su propuesta, un label de calidad que quizá haya empujado a crítica y prensa a leer y promocionar un título tan especial entre la avalancha de novedades.
"Fin" comienza de manera algo tópica: un grupo de amigos de la adolescencia, que no se ven desde hace décadas, deciden pasar un fin de semana en el mismo refugio de montaña donde solían celebrar sus fiestas de juventud. El tiempo ha agriado el carácter de casi todos y pronto comienzan a surgir trapos sucios del pasado dentro de un marco característico de nostalgia generacional e ilusiones perdidas. Sin embargo, de modo inopinado, la novela pega un giro descomunal, tan desconcertante como intrigante. Todos los aparatos electrónicos dejan de funcionar, ningún ser humano da señales de vida y algunos de los protagonistas de la historia comienzan a desaparecer de forma misteriosa. Nadie se atreve a decirlo, pero una inquietante pregunta flota en el ambiente: “¿Y si fuéramos nosotros los últimos supervivientes del fin del mundo?”. Muchas son las referencias literarias que se agolpan en el subconsciente: desde los paisajes apocalípticos de J. G. Ballard a los mundos virtuales de Philip K. Dick, o el costumbrismo fantástico de Bioy Casares. ¿Lo mejor? Un desasosegante ritmo que atrapa. ¿Lo menos bueno? Algunos clichés y un final no muy redondo que no convencerá a todos. En cualquier caso, un libro bastante por encima de la media. Muy recomendable. (por Daniel Entrialgo)

6 comentarios:

  1. A mí lo que me atrajo fue sin duda alguna la editorial que lo avalaba,pero tengo que decir que para mi gusto no está en su linea y vender seguro que venderá más que cualquiera de sus otros títulos pero que no les llega ni a las suelas de los zapatos en cuestión de calidad literaria,que creo es lo que hasta ahora ha movido a "el acantilado".El libro engancha sin duda hasta el final pero cada acontecimiento inesperado que pasaba me producía luego un bajón decepcionante,veía que algo faltaba y que aunque sus personajes tenían que ser así de vulgares, el autor los podía haber tratado literariamente con mayor nivel.

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  2. De acuerdo con el comentario anterior. Además:
    El escritor tiene un gran afán por los detalles que a veces funciona (porque le da un toque muy visual), pero amenudo aburre. Por ejemplo: un personaje va "hacia el mueble bar, se sirve generosamente de una botella, y se lleva a los labios el vaso ancho, sólido, repleto hasta la mitad de un líquido de color ambarino".Tal profusión de palabras, para decir que se bebió un güisqui, no se justifica.
    Por otro lado, como el mismo escritor ha reconocido en alguna entrevista, a veces parace más teatro que novela. Y, pienso yo, quizá habría sido mejor como teatro, dada la abundancia de diálgos, y de "digo-dijos".

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  3. Abrí el libro influenciada por las críticas y la tan mencionada vida personal-laboral de su autor. La primera tercera parte de la historia la disfruté. Me pareció que la trama estaba muy bien construída: atrapaba, tenía ritmo e interés. Pero luego... luego... Se estanca, se repite, aburre; pero claro, sigues leyendo, por esperanza y por saber el final! Y cuando en algun momento parece que puede pasar algo excitante... Bajón! Y así van pasando las páginas hasta un final qué da ganas de blasfemar.

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  4. De acuerdo con los comentarios anteriores, yo personalmente "piqué" al ver el reportaje que le hicieron en Pagina2. Para mí es bastante irregular, arranca bien, tiene algún diálogo brillante pero también hay mucha farfolla, el desarrollo es más que previsible y el final digno de película de serie B americana.

    Las opiniones como siempre son objetivas aunque no el leismo de la página 15 y el "a dentro" de la 131.

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  5. Este libro es una mierda. Los personajes son más predecibles que la jodida. La situación es digna de una mala película norteamericana clase B. Las discusiones entre los personajes ¡tan estúpidas!

    Es una real pérdida de tiempo. Además un gasto de dinero encabronante.

    Me arrepiento de haber gastado en esta mierda!

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  6. No hay nada mejor que ver hacia dónde se dirige el lector que "sólo hace ver que lee libros": al fin.
    Este libro es muy, muy bueno. Lo que le ocurre a la gente que critica, que dice que si los puntos suspensivos, el tema, etc, está simple y trillado, etc, es porque la idea no se os ocurrió a vosotros. La capacidad lectora de los que comentais que es malo malísimo, no es otra cosa que vuestra mediocridad como lectores. Mucho decir que está escrito por un crío, que es dificil de seguir (no el tema ni la trama, sino como está escrito), y luego no decís más que leeis a McCarthy, De Lillo, etc. ¡Y una poca mierda!
    No se parace a McCarthy, de Lillo, Twain, etc... pero si escribe muy, muy americano. Así que dejaos de gilipolleces varias y volved a leerlo, lectores de pacotilla.

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