viernes, 19 de junio de 2009
Dublín y yo con estas pintas
Aunque la mayoría de los mortales jamás han conseguido hincarle el diente al Ulises de James Joyce (del Finnegan’s wake ni hablamos), Dublín celebra cada 16 de junio su Bloomsday, el día de Leopold Bloom, el protagonista de esta novela, libro que recoge el periplo de este personaje durante un 16 de junio por las calles de la capital irlandesa. Allí estuvimos, paseando entre músicos callejeros y pechugonas figurantes a lo Molly Malone, mujer de leyenda que ha dado para más de una canción. En una rigurosa labor de campo, pateamos los pubs más típicos de la zona del Temple Bar, degustando sus pintas de cerveza negra y escuchando guitarras folk. Más a desmano se encuentra la vieja fábrica de Guiness, auténtico símbolo nacional de Irlanda. Curiosa mezcla de museo de la cerveza y parque temático de abundante merchandising, recibe más visitantes al año que cualquier museo de pintura. Lo más celebrado es el Gravity Bar de la última planta, desde donde se divisa unas vistas panorámicas 360º (fotos: Daniel Arrilucea).
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