Nada más navideño que levantarse el día uno de enero, con una buena en la cabeza, encender el televisor y ver saltos de esquí desde Garmisch-Partenkirchen (una vez al año no hace daño). En Noruega, sin embargo, es una de sus pasiones (lo del salto de esquí, claro; no lo de levantarse el uno de enero...). Tal es así que están ya casi terminando uno de los mejores trampolines del mundo. Está en Holmenkollen, una de las montañas que rodea Oslo y su orgullosa figura de acero y hormigón puede contemplarse desde casi cualquier parte de la ciudad (sobre todo de noche, cuando está iluminado). Sus instalaciones se abrirán definitivamente dentro de unos pocos días, ya que a partir del próximo 24 de febrero acogerá el Campeonato Mundial de Esquí Nórdico. Además del trampolín, Holmenkollen ofrece las mejores vistas de la ciudad y tejados nevados entre bosques que parecen sacados de algún paisaje nevado de Brueghel El Viejo.
(por Daniel Entrialgo)
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