Kirk Douglas, ¡menudo tío!

Tiene 94 años y la cara hecha un mapa, pero sigue apretando el culo y tirando palante. ¡Qué tío! Cuando era pequeño, ponían pelis de él en Sesión de tarde. Entonces se pronunciaba Kirk Duglas (ahora, a su hijo, le decimos Michael Daglas) y era famoso por su hoyuelo. Tampoco le hacía mucho caso, un actor viejuno que daba puñetazos e hinchaba el pecho... Luego, de mayor, uno ve Espartaco, Senderos de gloria, Cautivos del mal, El gran carnaval... y se da cuenta de que la próxima vez no tomara su nombre en vano y que le llamara Don Kirk. Historia del cine con mayúsculas. Este mes, en Esquire, nos regala un En esto creo absolutamente sembrao, con esa pureza libérrima que da la vejez. Ahí va una de regalo:

"No me interesan los santurrones. Si me presentas a un tipo que nunca ha pecado, no creo que me apetezca hablar con él. Demasiado aburrido. Un hombre con defectos es mucho más interesante".

Si quieres más, cómprate la revista. Kirk se lo merece...