martes, 20 de julio de 2010

De copas con Jay


Leyendo el blog gourmet de Esquire (sí, qué pensabais, ¿que no nos leemos entre nosotros?), me ha sorprendido una noticia sobre Monvínic, el wine bar de Barcelona, que ha sido elegido por el crítico de vinos del Wall Street Journal como el mejor del planeta. Lo que me ha sorprendido, más que la elección, es el nombre del crítico Jay McInerney. He tenido que buscarlo en internet para cerciorarme, pero sí, no es una casualidad.
Jay McInerney fue uno de los niños bonitos de la literatura norteamericana de principios de los ochenta. Compañero de juergas de Bret Easton Ellis (foto de arriba, Jay es el de la dcha.), Jay firmó en 1984 una novela más que destacable sobre el Nueva York cool de niños pijos y cocainómanos, una obra que reflejaba perfectamente el nacimiento del movimiento yuppie. Aquí la tradujeron como Luces de neón, aunque en inglés se titulaba Brights lights, big city. Fue todo un cañonazo. McInerney saltó al estrellato e incluso hicieron una peli basada en su libro con Michael J.Fox (entonces en la cresta) de protagonista y una banda sonora repleta de éxitos tecno ochenta (vídeo de abajo).
Luego, la estrella de McInerney se fue apagando (al menos, la literaria). Yo le había perdido la pista pero resulta que ahora me lo reencuentro, 25 años después, como unos de los críticos de vino más influyentes del planeta. En sus días, se bebió el Nilo, pero desconocía esta faceta suya. Sorpresas te da la vida (por Daniel Entrialgo).


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